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Como propietario de un centro veterinario, encontrarse con Nacho Mérida supone un antes y un después. La primera reacción es de desconcierto ante la toma de conciencia de lo mucho que hay por cambiar y mejorar. Pero una vez asumido la necesidad y urgencia de los cambios que él recomienda implementar, éstos se convierten en prioridad nº1. Las ideas que, en materia de gestión de clínicas veterinarias, Nacho nos aporta son rompedoras e innovadoras; suponen un cambio de concepto y de criterios radicalmente diferentes que persiguen un objetivo inapelable: el binomio calidad de servicio y atención a cliente y paciente, y la rentabilidad de los equipos profesionales. Nacho es, hoy más que nunca, imprescindible.